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martes, 21 de julio de 2015

En efecto, ganará?



Comienzo a pensar que las malas noticias ya no nos sorprenden. Que las tragedias las percibimos ya como algo normal. Como cosas que suceden y que ni modo, suceden. Y a lo que sigue.

En semanas pasadas escribía lo desencantada que estaba del mundo en general. De la situación tan irreal (a veces la siento así) que vivimos. De que aunque de verdad sé que hay muchas, muchas cosas por las cuales sonreír y agradecer y disfrutar y celebrar... La humanidad a veces me deja boquiabierta. Y de verdad que trato de no volverme tan gris y seguir tan colorida como mi tatuaje, pero... no siempre se logra.

La noticia sucedió hace ya un rato, y ya no está en los titulares, y comparada con otras más que desgraciadamente suceden cada día, no generó tanto revuelo como podría pensarse que pasaría. Un asilo de ancianos de Mexicali se incendió (intencionalmente) y murieron varios ancianitos. Quizá a mí se me hizo pasita el corazón porque, de inicio, no termino de entender el hecho en sí de la existencia de los asilos cuando lo utilizan para dejar a los abuelitos que no están solos. Que tienen familia, pues. Los abuelitos deben vivir sus últimos días rodeados de amor y de cariño de su gente. Así de simple. Pero bueno, ya me estoy desviando del tema. El punto, después de este pequeño desvío, es que esta noticia, a pesar de lo grave que era, pasó de largo y siguió su camino si fuera cualquier cosa. Como si no existiera gravedad y los culpables nunca pagarán por haber ocasionado algo así. Como si lo leyéramos y dijéramos: "ah, sí, no me extraña" y a lo que sigue. De plano ya nada nos extraña? ni siquiera noticias así? O de plano los titulares lo llenarán solamente noticias que vendan? Porque vaya, le siguen dando más cobertura a todo lo que el pendejazo de Donald Trump dice y sigue diciendo y todas las reacciones ante sus comentarios y ante sus ideotas (por favor! tomémoslo de quien viene!). Y bueno, considerando también que la noticia que no deja de dar vueltas por el internet, por la televisión, por el radio, por el periódico y por tooooodos lados es el escape del Chapo de la cárcel... pues nos estamos perdiendo de cosas realmente lindas como las medallas que los atletas mexicanos (con todo y Veracruz! yeiii!)  han ganado en los Juegos Panamericanos en Toronto y los mexicanos triunfando en la Olimpiada Internacional de Matemáticas. 

Hace varias semanas el mundo se llenó de colores porque la Suprema Corte de Estados Unidos aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo. Logos, espacios, avatares, edificios, monumentos y personas se llenaron de color al celebrar dicha noticia, seguida del hash tag #LoveWins (el amor gana) y celebrando dicha determinación.

Es verdad que el "amor ha ganado"? Es una realidad a nuestro alrededor? Porque por muy bonito que se oiga y se lea y se vea... no creo ni por un segundo que el amor está ganando. Está dando batalla, y mucha, definitivamente! pero si el amor ganara, creo que tendríamos otro panorama totalmente distinto. O al menos estaríamos ya encaminados hacia algo, no? 

Dejemos que el amor gane. Y nos gane. Pero ya!

Nos leemos pronto! =)