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jueves, 24 de septiembre de 2015

De pasesitos y otras tonterías


Yo no soy mamá. Antes tenía un deseo incontrolable de serlo, pero ese deseo con el paso de los años se fue desvaneciendo un poco. Y no es que no me gusten los niños, sino todo lo contrario. Sencillamente no se ha dado, y no es algo que me perturbe ni me quite el sueño como podría imaginarse.

Pero sin ser mamá, debo confesarles que tengo terror de las cosas a las que en estos tiempos tan complicados los padres interesados y con intención de formar seres de bien tienen que enfrentarse. Neta que no la tienen nada fácil.

Desde hace días empezó a circular en la red un video llamado “El reto del pasesito”. Mi chismosa interior obviamente corrió a ver de qué se trataba dicho reto, recordando el “Ice Bucket Challenge” de hace algún tiempo. Lo que vi, me dejó sorprendida. Una niña de no más de quince años nominando a otras de sus amiguitas y amiguitos a hacer dicho reto, el cual consiste en darse un "pasón" de cocaína, grabándose en el momento y compartiéndolo en redes sociales.

Hasta dónde hemos llegado para que esto sea motivo de diversión? Por qué algo así es un video con tantas reproducciones y lo peor, con tantas imitaciones? Qué ha pasado o qué se ha descompuesto entre la sociedad para llegar a esta manera de llamar la atención? Será que los límites hacia los hijos de los padres modernos cambiaron? Será que no les dan la atención suficiente? Será que aunque tengan hijos, no está entre sus prioridades educarlos?

Tengo muchas amigas y amigos que son papás y me consta que han hecho un esfuerzo increíble para transmitirle los valores a sus peques, que son mano dura cuando deben serlo y con autoridad y amor los guían por el camino correcto. Soy testigo de que mis amigos más “antiguos” (porque no, jamás les diría viejos, eh!) hacen hasta lo imposible por darles la atención necesaria y no consentirlos de más en lo que piden, estableciendo límites y aprendiendo día a día el difícil oficio de ser padres.

Hace varios días, platicando con mi amiga Bere, me comentaba: “es que Martha, me llevo a los niños al parque o a algún área de juegos, y soy la única mamá. Todos los niños están con las niñeras, y las niñeras con el celular, y los niños haciendo travesuras sin que nadie les diga nada!”. Con qué atención crecerán esos niños? En qué situación ponen a los papás que sí se ocupan y preocupan por sus hijos para tener que prepararlos para vivir en un mundo con niños que no miden consecuencias, o peor aún, que no les importa porque piensan que no existen tales para los actos que realizan?

Muchos años después empiezo a entender el concepto de un cuento infantil: “Niños Perdidos”. Rescatémoslos. Que el papel de padres sea llevado de la mejor manera, por el bien de todos los que vienen. No olvidemos las acciones y los valores tan sencillos y tan simples que serán la diferencia en el futuro de estos pequeños.

En verdad, yo no soy nadie para dar consejos de este tipo. Pero hablen con sus hijos, conózcanlos, preocúpense por ellos, quiéranlos, abrácenlos, véanlos más que a su celular, repréndanlos cuando sea necesario, no solo los usen para la foto de Facebook para luego regresarlos a que alguien más los cuide... Sean papis presentes, para que se sientan niños queridos y felices, lo cual los convertirá en adultos responsables.

Nos leemos pronto!


martes, 21 de julio de 2015

En efecto, ganará?



Comienzo a pensar que las malas noticias ya no nos sorprenden. Que las tragedias las percibimos ya como algo normal. Como cosas que suceden y que ni modo, suceden. Y a lo que sigue.

En semanas pasadas escribía lo desencantada que estaba del mundo en general. De la situación tan irreal (a veces la siento así) que vivimos. De que aunque de verdad sé que hay muchas, muchas cosas por las cuales sonreír y agradecer y disfrutar y celebrar... La humanidad a veces me deja boquiabierta. Y de verdad que trato de no volverme tan gris y seguir tan colorida como mi tatuaje, pero... no siempre se logra.

La noticia sucedió hace ya un rato, y ya no está en los titulares, y comparada con otras más que desgraciadamente suceden cada día, no generó tanto revuelo como podría pensarse que pasaría. Un asilo de ancianos de Mexicali se incendió (intencionalmente) y murieron varios ancianitos. Quizá a mí se me hizo pasita el corazón porque, de inicio, no termino de entender el hecho en sí de la existencia de los asilos cuando lo utilizan para dejar a los abuelitos que no están solos. Que tienen familia, pues. Los abuelitos deben vivir sus últimos días rodeados de amor y de cariño de su gente. Así de simple. Pero bueno, ya me estoy desviando del tema. El punto, después de este pequeño desvío, es que esta noticia, a pesar de lo grave que era, pasó de largo y siguió su camino si fuera cualquier cosa. Como si no existiera gravedad y los culpables nunca pagarán por haber ocasionado algo así. Como si lo leyéramos y dijéramos: "ah, sí, no me extraña" y a lo que sigue. De plano ya nada nos extraña? ni siquiera noticias así? O de plano los titulares lo llenarán solamente noticias que vendan? Porque vaya, le siguen dando más cobertura a todo lo que el pendejazo de Donald Trump dice y sigue diciendo y todas las reacciones ante sus comentarios y ante sus ideotas (por favor! tomémoslo de quien viene!). Y bueno, considerando también que la noticia que no deja de dar vueltas por el internet, por la televisión, por el radio, por el periódico y por tooooodos lados es el escape del Chapo de la cárcel... pues nos estamos perdiendo de cosas realmente lindas como las medallas que los atletas mexicanos (con todo y Veracruz! yeiii!)  han ganado en los Juegos Panamericanos en Toronto y los mexicanos triunfando en la Olimpiada Internacional de Matemáticas. 

Hace varias semanas el mundo se llenó de colores porque la Suprema Corte de Estados Unidos aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo. Logos, espacios, avatares, edificios, monumentos y personas se llenaron de color al celebrar dicha noticia, seguida del hash tag #LoveWins (el amor gana) y celebrando dicha determinación.

Es verdad que el "amor ha ganado"? Es una realidad a nuestro alrededor? Porque por muy bonito que se oiga y se lea y se vea... no creo ni por un segundo que el amor está ganando. Está dando batalla, y mucha, definitivamente! pero si el amor ganara, creo que tendríamos otro panorama totalmente distinto. O al menos estaríamos ya encaminados hacia algo, no? 

Dejemos que el amor gane. Y nos gane. Pero ya!

Nos leemos pronto! =)

martes, 23 de junio de 2015

Y aumentó su tamaño...

El domingo pasado celebramos el Día del Padre. Nuestro domingo no fue muy distinto de lo que cada semana hacemos, porque nuestras reuniones familiares son bastante seguido, el relajo que armamos cuando logramos coincidir es súper divertido y bueno, realmente no hicimos nada diferente a lo que acostumbramos a hacer (ok, lo único diferente fueron los regalos de mi papá, y lo aclaro porque si no, ya lo imagino el próximo domingo preguntando por sus regalitos también...)

Pero bueno, el chiste es que este año agregamos a una persona más para felicitar por ser Día del Padre. Hace unas semanas mi hermano nos compartió la noticia de que va a ser papá, y hace apenas un par de días supimos que quien viene en camino es una niña. Una bebecita que viene a aumentar la familia y a llenarla de más bendiciones y más alegrías y más felicidad.

Desde el momento que supe la noticia, creo que mi corazón aumentó de tamaño. La felicidad y la emoción que siento son completamente indescriptibles (cosa que a decir verdad me preocupa, porque si un día me convierto en mamá me voy a volver loca de la emoción y de la felicidad, neta) y la verdad es que no puedo esperar para conocerla, para abrazarla, para llenarla de besos y consentirla a más no poder.

Nadie te da un instructivo para ser mamá o papá. Mucho menos te dan uno para explicarte cómo hacerle para ser tía. Pero creo que el instinto te va llevando de la mano. Creo que el corazón y la cabeza te irán dictando las cosas que debes hacer para no regarla mucho. Y como yo afirmo que mi corazón está aumentando su tamaño, creo que me ayudará a hacer un buen papel por lo que me resta de vida.

A causa de esta noticia, me vinieron a la cabeza muchos flashazos de cuando mi hermano y yo éramos peques. Nos la pasábamos jugando, peleando, tramando travesuras, buscando formas de que mis papás repelaran y ganándonos regaños muy seguido por nuestras ocurrencias. Creo que aún no puedo creer que ese chamaquito chillón con el que viví muchas experiencias, tanto buenas como muy muy malas (bien que lo sabes, cabroncito!) haya sido portador de esta noticia que llenó de emociones (que insisto, aún no puedo explicar) mi corazón en crecimiento. Y creo que sabe perfecto que a la distancia, a él y a mi cuñada los tengo bien agarrados de la mano esperando con ansias el momento de conocer y tener en mis brazos a mi pequeña (no es cierto, creo que va a ser muy grande!) sobrina.

Te espero ansiosamente, bebecita de mi corazón!

Gracias por compartir este pedacito de emoción conmigo. Nos leemos pronto.



miércoles, 3 de junio de 2015

El rechazo a lo "no normal"

Cómo podemos definir algo como "normal"? Cuales son los parámetros en los que nos basamos para decir que una persona actúa con normalidad, hace cosas normales o vive su vida con normalidad?

La sociedad nos ha dado ciertos parámetros para comportarnos, para ser, estudiar, aficionarnos a ciertas cosas, rechazar otras más porque 'no van acorde a lo que las reglas dictan', y cuando alguien se atreve a ir en sentido contrario, o decide que debe haber algo más allá de lo que nos han inculcado y que hay que investigar de qué se trata... eres señalado, comentado, observado, marcado de cierta forma, y con el tiempo puedes volverte una referencia en pláticas o en ejemplo vivo de lo que no debe hacerse.

Recuerdo que cuando estaba en primaria tenía una amiga cuyos papás estaban divorciados, y que sus hermanos eran en realidad, medios hermanos. Obvio, yo a esa edad no entendía más allá ni veía nada más que la niña en cuestión era mi amiga y la quería mucho. Pero haciendo un recuento, y yo estudiando en escuela de monjas, pues sí, me tocó escuchar varias veces que se referían a ella como "la de papás divorciados". Porque obvio! cómo se te ocurre atreverte a divorciarte si se supone que te casaste para siempre?

O como me sucede con mis tatuajes en ocasiones. He captado miradas (sobre todo de personas mayores) y he recibido comentarios negativos respecto a mi decisión de hacerlo. Por qué motivo? "porque dañas a tu cuerpo", porque "son marcas del diablo" (lo juro, un señor me lo mencionó) o "solo los prisioneros traen exhibiendo esas cosas" (neta, me juran? a estas alturas?) por Dios.

O mi amarga experiencia con un doctor ya bastante mayor cuando fui a donar sangre, que empezó a cuestionarme por qué a mi edad no estaba casada, me reclamaba que no era posible que no tuviera hijos todavía, que eso era egoísmo de mi parte, que qué estaba esperando, que estaba desperdiciando mi vida... bueno!!! un discurso que conforme yo iba escuchando no sabía si carcajearme de que no podía creerlo, o levantarme e irme, o la neta, mandar a la chingada al viejito. Qué le pasa? Pero bueno, ya lo cuento como anécdota y me da risa.

O una persona que se enamora de alguien mucho más grande. O una mujer de más de 30 años que no se ha casado y no tiene intenciones de hacerlo a corto plazo. O conocer por internet a personas (que créanme, ahorita ya es lo más normal del mundo pero cuando esto del internet era el boom!, era sacrilegio que decidieras atreverte a hacer algo así). O una pareja que decide no casarse. O peor aún! Una pareja que deciden no tener hijos! Por qué? porque las reglas sociales nos han dictado un serial de comportamientos que poco a poco se han ido, digamos, vuelto más flexibles (o nosotros nos hemos rebelado?) y ya no son de observancia obligatoria para todos. Pero no, no creo que sea por rebeldía. Sino porque sencillamente no les da la gana seguir un camino que no les llena. O que no los convence. O que los convence aunque a nadie más le parezca correcto. 

Vivimos en un mundo en donde (dependiendo del lugar donde estés también) atreverte a hacer algo diferente, o hacer algo que desafía las reglas convencionales puede ocasionar un caos. O puede volverse tema de conversación durante mucho tiempo.  Y justamente este ejemplo lo tuvimos frente a nosotros esta semana, en el ámbito artístico. Bueno, digámoslo así.

Quien acaparó totalmente la atención en estos días (y cualquiera que esté conectado a internet, tenga redes sociales, vea la tele o incluso escuche el radio se dio por enterado) fue el ex-atleta antes conocido como Bruce Jenner (que en los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976 ganó medalla de oro en el la prueba de Decatlón), quien desde hace varios meses nos dio la noticia de que quería transformarse, que no se sentía cómodo con quien era... y el resultado de todo ese proceso y de enfrentarse al mundo fue la portada de la revista Vanity Fair, (si quieres ver la nota al respecto, da click aquí), en donde aparece su fotografía con la frase "Call me Caitlyn" (Llámame Caitlyn), dejando a Bruce atrás. Para mí, fue impresionante. El súper cambiazo que Caitlyn dio y el valor (porque sí, para esto se necesita un valor que no cualquier persona tiene) que debió tener para mostrarse al mundo tal cual se siente feliz y cómoda, es de admirarse. Y miren que de verdad yo alucino al clan Kardashian pero es imposible no haber tenido algún tipo de contacto con noticias respecto a ellos y sus vidas... pero quien durante muchos años fue padrastro de estas chicas, a mi gusto, nos mostró un gran acto de valentía. Por qué? porque se fue contra toda regla, contra todo convencionalismo, no se quedó callado al no sentirse cómodo y buscó la forma de hacerlo, así como muchas personas buscan encontrar lo que los haga felices (estudiar algo y que todo mundo te asegure que vas a morirte de hambre y que debes estudiar mejor otra cosa, elegir a una persona como tu pareja que a nadie le parece adecuado para ti pero que tu corazón y tu mente te gritan lo contrario, irte a vivir a otro lado y dejar a tu familia atrás cuando muchos te dicen que te arriesgas demasiado y que vas a ser infeliz al sentirte solo...) porque simplemente decidieron un buen día, escuchar su propia voz y hacerle saber al mundo que así lo decidieron.
Y esa, es la gente que necesitamos alrededor.

Así que, al final del día, el chiste es ser tú. Defender tu persona con todas las creencias, ideas, razones, motivos, decisiones y demás cosas que te hacen ser quien eres, y no dejarte cambiar porque "no es lo correcto" o "no es normal". 

Nos leemos pronto! :)






martes, 19 de mayo de 2015

En este mundo vivimos...?



Me decidí a dejar de ver noticias. Sobre todo en esta época de campañas electorales donde, quieras o no, te atiborran y te llenan de publicidad que no sirve absolutamente para nada. Y si a eso le sumamos que la mayoría de las noticias no son buenas, pues con más razón.

Pero no pude evitar leer una nota hace un par de días que realmente me aterró. De esas notas que no sabes si lo que estás leyendo es la sinopsis una película de terror, o el guión de una serie nueva en donde una mente muy extraña tuvo ocurrencias por demás bizarras que tuvo a bien plasmar para generar controversia. Pero no. La noticia fue de un hecho real que ocurrió en Chihuahua, en donde un grupo de niños entre 12 y 15 años jugaron a "secuestrar" (de verdad, de dónde caramba sacan esa idea como para juego!?!?!?) a un niñito de 6 años a quien golpearon, lastimaron, amarraron y al final mataron, acción que quiso ser "escondida" por ellos pero que al final, se descubrió.

Me conmociona de verdad el mundo en donde estamos viviendo. Qué pasa con las familias? Qué pasa con la sociedad? Qué pasa con los valores? Qué es lo que ha hecho que el camino se pierda de semejante forma? Qué tan enfermas están las mentes de las personas que viven en este mundo?

Se exige justicia. Pero cómo se hace justicia ante un caso así? Qué es lo que hay que hacer para que sea considere que "se hizo justicia"? Qué monstruo hemos alimentado para enfrentarnos con situaciones de este tipo?

Obvio que por la edad no pueden juzgarlos... pero a poco (y aunque Derechos Humanos se me venga encima, es mi particular punto de vista) aplica tener consideración por la edad hacia personas que actúan de esa forma? Por supuesto que no. Qué tendrán en su cabeza? Qué pasa con su mente? Son asesinos finalmente. Y muy crueles. Y que merecen ser tratados y juzgados como eso. Y de paso a los papás. De verdad que es una situación que me apachurra el corazón, que me hace preguntarme si esto es lo peor de lo que podré enterarme... y con toda la tristeza me respondo a mí misma que no será así. 

Culpables? Quizá los papás. Quizá las compañías. Quizá Facebook. Quizá las redes sociales en general. Quizá las noticias. Quizá la televisión. Quizá el internet. Quizá la mala educación. Quizá alguna mala influencia. Quizá las películas. Quizá el crimen organizado. Quizá... quizá... Y lo que es peor... que lo más probable es que nunca lo sepamos con certeza. Y que un evento así no nos asuste. Ni nos haga reaccionar para tomar acción. Probablemente no ante el caso. Pero sí en nuestro entorno. En nuestra responsabilidad como seres humanos. Como padres, quienes lo son. No es cualquier cosa. Es una tarea súper complicada que, de no llevarla a cabo bien... bueno, ya podemos lamentablemente ver las consecuencias :(

Nos leemos pronto, espero que con mejores noticias y un mejor panorama.

lunes, 20 de abril de 2015

Pandatón 2015

Quien me conoce, sabe que me gusta mucho correr. Que inscribirse a competencias la neta es un gasto que al momento no sientes, pero cuando las carreras se acumulan o cuando empiezas a hacer cuentas... te das cuenta que es una buena lana la que se va, y por eso es molesto cuando no se cumplen con las expectativas. Pero cuando estas carreras van encaminadas a una buena causa (cual sea), neta no te duele hacer el "gasto" porque sabes que estás ayudando a alguien, y que de una pequeñísima forma estás echándole la mano a alguna o muchas personas que, aunque ni siquiera conozcas, te da una sensación bastante gratificante. 

Ayer, navegando por Twitter me topé con el Pandatón 2015. De entrada, el nombre me encantó. Su logo también. Y me dio curiosidad. Y me puse a investigar al respecto. Me topé con la historia de Lalo, alguien a quien no conozco pero que llamó mi atención desde que empezó a contar su historia, hace ya casi dos años. Una historia de un individuo que un buen día descubre que tiene cáncer en el colon con metástasis en el hígado (una chingadera, la neta) pero que, en lugar de tirarse a llorar y darse por vencido, decidió enfrentar y luchar y decirle al cáncer (que él llama "piscis" porque dice que se oye mejor) que con la pena, pero tiene que desalojar su cuerpo y que pretende utilizar todos los recursos necesarios para que así sea. Obviamente no ha sido un viaje sencillo, pero por su manera de describirlo pareciera que así lo fue. Le pone nombres muy divertidos a los tratamientos y a las células cancerígenas y finalmente pudo cantar victoria, pero no se quiso quedar así nada más. (Neta que cuando tengan chance échense el chisme de su historia. En un rato quedarán enganchados en sus posts, se sentirán identificados con Panda, con Pachy, con Dany, con todo su Escuadrón de Sanación, con Jedis y Tiburones ayudando a sanar su cuerpo, con los elíxires de sanación y demás palabras ingeniosas que de una u otra forma te hacen parte de su historia... si quieren leer todo completito, échense el chisme aquí merito). 

Entonces, derivado de esta experiencia decide que lo que quiere hacer es ayudar. Contar su historia, además de enseñar lo que sabe y de una u otra forma, dejar su huellita de panda bien marcada en este mundo, y ayudar a fundaciones con programas contra el cáncer. Y así es como surge el Pandatón 2015, que lo que recaude se irá directito específicamente a dos programas: "Aquí nadie se rinde" y "Amor por ti".

En qué consiste? en que te inscribas en una carrera en el Distrito Federal, y tú decidas cuántos kilómetros quieres correr durante dos horas y media. Puede ser uno, cinco, diez, veinte. cuarenta. Pero lo chingón es esto: si no corres, también puedes ayudar, apadrinando los kilómetros que tú quieras de los corredores inscritos. Cada kilómetro cuesta $100 y no hay límite de apoyo. La idea me ha encantado. La historia me ha conmovido, y aunque no tengo el gusto de conocer a Lalo, me atrevo a compartirles una mini partecita de su historia para que, en la medida de las posibilidades de cada uno, apoyemos. 

Les pediría que apadrinaran mis kilómetros, pero por fechas y logística me es imposible correrla (y lo lamento mucho), pero hay muchísimos corredores inscritos, esperando ser apadrinados y muchos lugares para corredores esperando ser ocupados. 

Para saber más de todo este evento, checa www.pandaton.mx en donde todas las dudas que puedas tener seguro quedan resueltas y quizá te empuje un poquito para terminar de decidirte a apoyar esta causa. Además de que las playeras del evento y las medallas están poca madre!!! 

Anímense a darse una vuelta por los links que les dejé... y no dejemos de creer que la actitud y la manera de enfrentar las situaciones de la vida son las que definen cómo será el desenlace.

Nos leemos pronto :)




miércoles, 15 de abril de 2015

Aprender a disfrutar.

La realidad es así... Cuando éramos peques, casi todos moríamos de ganas por ser mayores y hacer todas esas cosas que veíamos a los grandes hacer y con eso sentirnos dueños de nuestros mundos, sin nadie que nos mandara a hacer los deberes, sin rendirle cuentas a ninguna persona, comprándote lo que se te dé la gana, en fin!

Conforme vamos creciendo y nos volvemos adultos, vemos a los niños y añoramos ese tiempo por mil motivos. Antes no había preocupaciones en nuestra cabeza, disfrutábamos más la vida, éramos inocentes, comíamos lo que queríamos sin remordimiento alguno,  no conocíamos eso de la quincena o de trabajar o pago de impuestos, en fin! Y claro, sentimos que no disfrutamos de nuestra niñez al cien por estar preocupados en crecer... aunque la mayoría de las veces no es así, eh? muchos tuvimos una infancia súper feliz y aunque nuestra mente de repente soñaba con ser mayores o nos poníamos los zapatos y la ropa de nuestros papás o jugábamos a tener un oficio (yo me ponía enfrente del espejo y según daba noticias, y claro que tenía mi escritorio armado con un teclado, lapicitos, libretitas... aunque ni al caso con lo que terminé haciendo!), la realidad es que ni sentimos el paso del tiempo, ni nos deteníamos a quejarnos de nuestra edad. 

Pero pareciera que fuimos hechos para no disfrutar el presente que vivimos. Nos la vivimos preocupados por cosas que ya pasaron y que no acabamos de entender que ya no tienen arreglo por más que ocupen lugar en tu cabeza, nos cuestionamos cosas que ni siquiera han sucedido pero que si suceden pueden repercutir un poco en nosotros (y si no suceden, también) y al final, estamos medio ausentes del presente. Y esta situación se repite en todos. Sin distinción. Pareciera que cuando nacimos nos insertaron un chip en la cabeza para vivir preocupados por situaciones inexistentes, por situaciones vividas... y que nos hacen no disfrutar lo que estamos viviendo.

Tratemos de deshacernos de ese chip, y vivir! Sé que suena a súper cliché y súper trillado... pero cuántos no andan solo viendo pasar el día a día sin darse cuenta que, sencillamente abrir los ojos cada mañana es motivo suficiente para sonreír y echarle todas las ganas del mundo a tu día? A pesar del tráfico, del trabajo, del jefe, del compañero de trabajo que te complica un poco la existencia, del gandalla? Digo, los días perfectos no existen, obvio que tenemos nuestros días malos, nuestras experiencias no tan gratas, nuestro ratito de Pitufo Gruñón... pero al final, decidamos que solo sea eso: un ratito! ;) 

Nos leemos pronto!


lunes, 5 de enero de 2015

Qué tal si...?




El 2015 llegó con noticias nuevas y golpes de sorpresa totalmente inesperados. Y derivado de esas sorpresas me volví a percatar que somos resultado de decisiones que tomamos, para bien o para mal.

Reconozco que he tomado muy buenas y muy, muy malas decisiones a lo largo de mi existencia y que he tenido que aprender a vivir con las consecuencias de ellas. Y una de esas consecuencias de las que les platico me lleva a la terrible pregunta que de repente te haces respecto a eso mismo: "Qué tal si...?" Qué tal si hubiera pensado mejor las cosas? Qué tal si me hubiera quedado con él? Qué tal si hubiera dicho lo que pensaba? Qué tal si me hubiera callado y esperado a que las cosas siguieran su curso? Qué tal si no hubiera aceptado este trabajo? Qué tal si hubiera aceptado su propuesta? Qué tal si lo hubiera perdonado? Qué tal si no hubiera hecho caso a lo que me dijeron? Qué tal si no hubiera aceptado el nuevo puesto? Qué tal si...?

Creo que todos tenemos nuestros pequeños demonios guardados. Yo aprendí a convivir con los míos, porque sería muy iluso decir que los combatí y los vencí, porque no es sencillo. O quizá en el fondo no quiero combatirlos ni eliminarlos por completo porque al final son pequeños recordatorios de lo que en algún momento hice, viví, disfruté y sentí y que me hacen quien soy el día de hoy.

Yo tengo un "Qué tal si.."? en mi vida que creo me "atormentará" (no sé si precisamente es sea la palabra, porque no es que me la viva atormentada y tristeando por los rincones pero cuando me clavo a pensar en eso, es cuando los sentimientos extraños fluyen y me ganan) durante toda mi vida. No trato de pensar mucho en ello, pero retomando a las sorpresas y noticias de inicio de año que tuvieron que ver con ello, detonó totalmente el feeling de ese "tormento" (y lo vuelvo a encomillar porque no es precisamente eso pero es para que haya una idea...) y me dejó pensando muchas cosas. Me dio gusto. Me dio tristeza. Me sacó lágrimas. Me hizo gritar. Me hizo cuestionar. Me hizo recordar. Me hizo perder un poquito el rumbo. Me hizo pensar con muchísima más fuerza el "Qué tal si...?". 

Y al final, creo que el chiste de la vida es eso. Las decisiones que tomas y las consecuencias que enfrentas forman tu carácter, tu persona, tus perspectivas, tus vivencias, tus metas y todo lo que conlleva tu existencia en este mundo. Y lo que nos toca vivir es por algo, lo entendamos al cien por ciento o no.

O quizá no es así del todo... pero necesitas convencerte de que tus decisiones fueron las acertadas en ese momento y por un motivo lo suficientemente fuerte para sencillamente, poder seguir adelante.

Nos leemos pronto!