Vistas de página en total

martes, 23 de junio de 2015

Y aumentó su tamaño...

El domingo pasado celebramos el Día del Padre. Nuestro domingo no fue muy distinto de lo que cada semana hacemos, porque nuestras reuniones familiares son bastante seguido, el relajo que armamos cuando logramos coincidir es súper divertido y bueno, realmente no hicimos nada diferente a lo que acostumbramos a hacer (ok, lo único diferente fueron los regalos de mi papá, y lo aclaro porque si no, ya lo imagino el próximo domingo preguntando por sus regalitos también...)

Pero bueno, el chiste es que este año agregamos a una persona más para felicitar por ser Día del Padre. Hace unas semanas mi hermano nos compartió la noticia de que va a ser papá, y hace apenas un par de días supimos que quien viene en camino es una niña. Una bebecita que viene a aumentar la familia y a llenarla de más bendiciones y más alegrías y más felicidad.

Desde el momento que supe la noticia, creo que mi corazón aumentó de tamaño. La felicidad y la emoción que siento son completamente indescriptibles (cosa que a decir verdad me preocupa, porque si un día me convierto en mamá me voy a volver loca de la emoción y de la felicidad, neta) y la verdad es que no puedo esperar para conocerla, para abrazarla, para llenarla de besos y consentirla a más no poder.

Nadie te da un instructivo para ser mamá o papá. Mucho menos te dan uno para explicarte cómo hacerle para ser tía. Pero creo que el instinto te va llevando de la mano. Creo que el corazón y la cabeza te irán dictando las cosas que debes hacer para no regarla mucho. Y como yo afirmo que mi corazón está aumentando su tamaño, creo que me ayudará a hacer un buen papel por lo que me resta de vida.

A causa de esta noticia, me vinieron a la cabeza muchos flashazos de cuando mi hermano y yo éramos peques. Nos la pasábamos jugando, peleando, tramando travesuras, buscando formas de que mis papás repelaran y ganándonos regaños muy seguido por nuestras ocurrencias. Creo que aún no puedo creer que ese chamaquito chillón con el que viví muchas experiencias, tanto buenas como muy muy malas (bien que lo sabes, cabroncito!) haya sido portador de esta noticia que llenó de emociones (que insisto, aún no puedo explicar) mi corazón en crecimiento. Y creo que sabe perfecto que a la distancia, a él y a mi cuñada los tengo bien agarrados de la mano esperando con ansias el momento de conocer y tener en mis brazos a mi pequeña (no es cierto, creo que va a ser muy grande!) sobrina.

Te espero ansiosamente, bebecita de mi corazón!

Gracias por compartir este pedacito de emoción conmigo. Nos leemos pronto.



No hay comentarios:

Publicar un comentario