Vistas de página en total

martes, 29 de abril de 2014

El amor después del amor.

Sí, ya sé que es título de una canción viejísima (y no, queridos jovencitos, no fue Nicho Hinojosa el que la inventó aunque es muy probable que con él la hayan conocido...) pero es algo que se me grabó en la mente y que no he podido quitarlo por completo.

El panorama es este: Terminas una relación: lloras, sufres, te deprimes, te hartas de chocolates y helado por separado y en ocasiones hasta combinado. Listo. Agarraste la jarra para lanzar maldiciones y sollozos contra la persona en cuestión que te rompió el corazón en compañía de tus mejores amigos. Listo, también lo hiciste. Y hasta sientes que lo estás superando, no te sientes triste ya, el enojo ya pasó, ya medio vislumbras el arcoiris después del tormentón que acabas de pasar. Qué sigue ahora? Cuál es el siguiente paso luego de llevar a cabo todo esto? uno piensa que es lo más sencillo del mundo, que lo difícil quedó atrás... pero para nada, eh? tienes que hacerle de tripas corazón y hacerte un cocowash bastante canijo para recordarte muchas cosas. Y también para dejar de pensar un buen de cosas más.

En mi caso, por ejemplo. Durante casi dos años sabía que contaba con alguien para todo. Para ir a conocer algún restaurant, para ver una película, para ver una obra, para escaparnos a un concierto, para viajar, para platicar, para contarle mis ideas locas, para opinar de algo sin miedo a ser juzgada, para chismear, para debatir noticias, en fin! Tenía a alguien a mi lado incondicionalmente, y yo también era, digamos, su incondicional que siempre quería estar ahí para cuando hiciera falta. Siempre había algo que hacer, y aunque no hubiera, pues no hacíamos nada, pero lo hacíamos juntos. No sé si me explico. Qué pasa ahora? o sea, no es onda que esté sola en el mundo y que pobrecita de mí que no tengo a nadie que me haga compañía, va? no quiero aventarme ese rollo ni quiero que se vaya por ahí; tengo amigos, tengo familia, conozco a mucha gente... pero sí es un cambio. Es un cambio cañón en el que siento que todavía estoy trabajando para llevarlo bien, y para darle el "cierre" por llamarlo de una forma que hace falta. 

Y bueno... al final creo que el amor a uno mismo es la clave para poder dar el siguiente paso. Mientras no lo haya, o esté de vacaciones, o se la viva vagando quién sabe dónde... se seguirá en el estancamiento sin poder moverse. Y quizá (solo quizá) aceptando tu presente, dejando de voltear al pasado, se pueda ver el futuro tan chingón que ya está llegando.

Nos leemos prontísimo, va? coman cupcakes y verduras!



miércoles, 16 de abril de 2014

Mira al Frente

Me topé con una página hace unos días de un... no sé si llamarle movimiento, causa, estilo de vida, propuesta o un conjunto de todas ellas, llamada "Mira al Frente". Y la verdad todo inició porque mientras navegaba, encontré un video que se titulaba "Caídas por no #MiraralFrente". En el video un chico cayó en una alberca, otro más chocó con un poste de luz, y otra más se dio un golpe con la puerta del elevador al no percatarse que se había cerrado. Y en todos estos casos los accidentes ocurrieron porque iban caminando mientras usaban su celular. La verdad, fue gracioso. A quién no le da risa una caída? (ven? por eso yo me caigo, para hacer reír a la gente y hacerles pasar un buen momento. Pero bueno, esa ya es otra historia muy aparte.) Siguiendo con el video, al final dejaban los datos de quiénes habían sido los que habían recopilado las escenas que había visto y busqué la página. Al leer la descripción, me topé con algo muy sencillo, pero a la vez difícil de aplicar: "Permitamos que el celular y la tecnología nos sirva, mas no nos destruya, nos aísle, nos distancie y hasta nos mate". Pum. Ya vieron la simpleza y la complicación?

Creo que tiene que ver un poco con el Phubbing que había comentado ya alguna vez. (no se acuerdan? si quieres recordar ese post da click aquí y ya tendrás de nuevo la idea). He visto (y yo también lo he hecho, pero juro por los cupcakes que horneo que ya lo dejé de hacer) que la gente camina y está viendo su celular ya sea por escribir, ver o leer algo, y me ha tocado también ver la caída monumental por no ver un hoyo, o por chocar con algo, o por, en efecto, no "mirar al frente". O estás comiendo con alguien y estás con el teléfono sin prestarle atención con quien estás, se supone, disfrutando el momento. O en el peor de los casos: manejando sin soltar el celular. Que confieso también alguna vez lo hice, pero me cayó el veinte del peligro que corría y los daños que podía causar y lo dejé de hacer. Tanto, que ya hasta me he ganado reclamos de mi mamá de no contestarle enseguida, pero la causa es que voy manejando y ya no pelo el celular hasta llegar a mi destino, o en un alto quizá.

El chiste es, que estaría padre que todos aplicáramos la idea de "Mira al Frente" más seguido. Dejar de ver la pantalla del celular y ver las caras, las sonrisas, las miradas, el panorama (porque sí, un día vas a chocar con un poste y te vas a quedar sin celular y con un chichón en la cabeza, además del osazo del mundo por haber azotado de esa forma), platicar con los peques, jugar con tu mascota, no sé, disfrutar la vida, pues! sin la necesidad de usar una pantallita que nos aísla de todo y de todos. No digo que la teconolgía no sea útil, claro que lo es. Pero hay prioridades. Y en caso de estar conviviendo con personas, pues hay que respetar el tiempo que están contigo, no? Y en caso de que sea tu hij@ el que te está hablando para que le hagas caso... pues con más razón, no? Nada reemplaza una carcajada, una plática, un abrazo. Ningún celular. Ninguna red social. Nada. Disfrutemos entonces, no? Miremos al frente! no vaya a ser que por estar conectados, nos perdamos de algo bueno, o nos demos un buen golpe.

Nos leemos pronto! Y chequen las redes sociales de "Mira al Frente":
Twitter: @MiraAlFrente
Facebook: Mira Al Frente
Instagram: MiraAlFrente_ec






miércoles, 9 de abril de 2014

Dobles

Siguiendo en la tónica de la serie que ahorita me tiene súper enganchada y feliz (en caso de no haber leído el post anterior, me refiero a "How I Met Your Mother") me topé con un capítulo en donde mencionan algo que también me dejó pensando... y cuando eso sucede, volverlo parte de este blog es la mejor opción.

En varios capítulos van manejando la idea de que cada uno de los protagonistas tiene un doble, y poco a poco los van encontrando en su andar diario, y se súper emocionan al verlos. Les toman foto, se burlan de ellos, se asustan, en fin. Y así se van durante varios capítulos, hallando cada uno a sus dobles que puede estar personificado en cualquier idea loca que se les pueda ocurrir.

El chiste de todo esto, es que luego de un percance que tienen, al final uno de ellos llega a la conclusión de que "nosotros mismos nos acabamos convirtiendo en nuestros propios dobles. Tu 'yo' de hace cinco años no es el mismo que tu 'yo' de ahora." Y esa frase (palabras más, palabras menos, la idea es la misma) es la que me dejó pensando un rato. Y es cierto. Quizá en esencia somos los mismos, hay cosas súper arraigadas que no cambian, que nos hacen ser quien somos... pero lo que vivimos, lo que experimentamos, lo que nos toca conocer quizá, nos vuelven personas un poco distintas a nuestro "yo" del pasado. Se supone que tus experiencias te ayudan a no cometer los mismos errores, a saber lo que es bueno y malo para ti, a aprovechar oportunidades, a disfrutar las cosas que te rodean, a tomar decisiones. Y por eso es que vas moldeándote un poco, adaptándote a lo que te va tocando vivir.

Quizá viviste algo que te hizo más compasivo. O más generoso. O más humano. O más culero. O más reservado. O más desconfiado. O más astuto. Pero sí... quieras o no, cambias.

Y quizá el chiste sea... aprender y canalizar lo vivido para volverte una mejor persona. Eso sería lo mejor, no? 

Nos leemos prontísimo.





martes, 1 de abril de 2014

Equipaje



No sé si ya les he contado, pero me he vuelto súper fan de la serie "How I Met Your Mother". Los conocedores dirán "apenas?" pero sí, así fue! Y si no tienen idea de lo que les hablo, les doy un súper resumen de lo que trata: se sitúa en el año 2030, en donde Ted empieza a contarle a sus hijos la historia de cómo conoció a su mamá. Entonces, debe irse muchos, muchos años atrás (por allá del 2005), para empezar a contar las aventuras que fue viviendo para conocer a la mamá en cuestión, incluyendo todo tipo de anécdotas que va viviendo junto con sus cuatro mejores amigos: Marshall, Lily, Barney y Robin. Ok? bueno, vamos avanzando... Ya es una serie "vieja", pero yo recién volví a tomarle el gusto, porque ya había escuchado de ella hace un tiempo pero no me había puesto a verla en forma... y aquí estamos!

El chiste es que en uno de los capítulos que vi, explican el hecho de que el rollo de las citas y del ligue y de las conquistas es mucho más fácil cuando andas en tus 20's que cuando andas en tus 30's o más adelante... por qué? por el equipaje emocional que vienes cargando, y que cada una de las personas que existe en este mundo traemos encima. 

Como que cuando eres más joven disfrutas más, no? no tienes tanta experiencia, no has vivido demasiadas cosas feas, no estás "maleado" por decirlo de alguna forma... pero ya cuando andas alrededor del tercer o cuarto o quinto o sexto piso (que aclaro, no pienso que sea algo malo, eh!) ya has tenido que experimentar cosas que por alguna razón te dejan marcado o cargando con un peso grande, no? La carga emocional de lo que has ido viviendo empieza a pesarte, a frustarte, a buscar culpables, a no disfrutar, a ver más defectos en lugar de virtudes, en adelantarte a las cosas que todavía no suceden, a pensar de más, a evitar el trato con los demás para evitar sufrir a causa de decepciones... y qué pasa al final? pues nada. Y eso es lo malo de la situación. Que no disfrutes, que estés esperando cosas que quizá no vayan a suceder. Que se te olvide vivir! O que incluso cargues de más tu equipaje emocional que de por sí ya es algo pesado. Qué vida nos espera, si así fuera!

Creo yo que tenemos que buscar la manera de viajar "ligeros". Lo que pasó, pues ya fue, ya quizá te dejó una enseñanza, quizá no... pero hay que deshacerse un poco de lo que viviste, no? para qué cargar tantas cosas encima? para qué mortificarte cada día por algo que ya sucedió, que no vas a poder cambiar y que te detiene un poco de disfrutar lo que tienes, lo que te falta por vivir, los momentos presentes.

Nos leemos pronto! Y sí, vivan y disfruten sin voltear pa'trás! =)