Sí, ya sé que es título de una canción viejísima (y no, queridos jovencitos, no fue Nicho Hinojosa el que la inventó aunque es muy probable que con él la hayan conocido...) pero es algo que se me grabó en la mente y que no he podido quitarlo por completo.
El panorama es este: Terminas una relación: lloras, sufres, te deprimes, te hartas de chocolates y helado por separado y en ocasiones hasta combinado. Listo. Agarraste la jarra para lanzar maldiciones y sollozos contra la persona en cuestión que te rompió el corazón en compañía de tus mejores amigos. Listo, también lo hiciste. Y hasta sientes que lo estás superando, no te sientes triste ya, el enojo ya pasó, ya medio vislumbras el arcoiris después del tormentón que acabas de pasar. Qué sigue ahora? Cuál es el siguiente paso luego de llevar a cabo todo esto? uno piensa que es lo más sencillo del mundo, que lo difícil quedó atrás... pero para nada, eh? tienes que hacerle de tripas corazón y hacerte un cocowash bastante canijo para recordarte muchas cosas. Y también para dejar de pensar un buen de cosas más.
En mi caso, por ejemplo. Durante casi dos años sabía que contaba con alguien para todo. Para ir a conocer algún restaurant, para ver una película, para ver una obra, para escaparnos a un concierto, para viajar, para platicar, para contarle mis ideas locas, para opinar de algo sin miedo a ser juzgada, para chismear, para debatir noticias, en fin! Tenía a alguien a mi lado incondicionalmente, y yo también era, digamos, su incondicional que siempre quería estar ahí para cuando hiciera falta. Siempre había algo que hacer, y aunque no hubiera, pues no hacíamos nada, pero lo hacíamos juntos. No sé si me explico. Qué pasa ahora? o sea, no es onda que esté sola en el mundo y que pobrecita de mí que no tengo a nadie que me haga compañía, va? no quiero aventarme ese rollo ni quiero que se vaya por ahí; tengo amigos, tengo familia, conozco a mucha gente... pero sí es un cambio. Es un cambio cañón en el que siento que todavía estoy trabajando para llevarlo bien, y para darle el "cierre" por llamarlo de una forma que hace falta.
Y bueno... al final creo que el amor a uno mismo es la clave para poder dar el siguiente paso. Mientras no lo haya, o esté de vacaciones, o se la viva vagando quién sabe dónde... se seguirá en el estancamiento sin poder moverse. Y quizá (solo quizá) aceptando tu presente, dejando de voltear al pasado, se pueda ver el futuro tan chingón que ya está llegando.
Muy bueno me hiciste recordar algunas cosillas, de esos bachecitos se sale gracias a los amigos y como dicen x ahí lo que es para ti aunque te quites y lo que no aunque te pongas! Saludos :)
ResponderEliminar