Cuando escucho a alguien decir que los cambios son buenos, y que siempre son positivos, la neta me dan ganas de preguntarle si de corazón piensa así, y si es así, le pediría me explicara el motivo por el cual se basa en esa aseveración. Porque o de plano miente, o nunca ha experimentado muchos cambios que digamos, quizá.
A lo largo de mi vida me he topado con varios cambios que son, hasta cierto punto, lógicos con el paso de los años. Pero en estos momentos me encuentro experimentando un cambio que hace muchísimo ruido en mi cabecita, en mi corazón y en mi mundo. Y quizás muchos crean que le doy demasiada importancia, o que hay cambios más severos que son los que me deberían realmente incomodar e inquietar comparado con éste... pero la verdad es que, a pesar de que este cambio es bueno, y que me quiero meter a mi cabecita que esto traerá cosas chidas para mí, la verdad es que no dejo de sentirme demasiado nostálgica por lo mismo.
Resulta que luego de (déjenme hacer cuentas mentales) 8 años y 8 meses de estar laborando en una oficina la cual me formó como profesionista, y me hizo darme cuenta que la realidad no era en absoluto parecido a lo que en la escuela me pintaban, y que me dio sin esperarlo una familia nueva (sí, porque una de las mayores bendiciones que ese lugar me pudo dar fue tener compañeros de trabajo ejemplares que desde el primer día me abrieron las puertas de su corazón y me compartieron un pedacito de ellos), pues me toca emigrar a una oficina nueva, dentro de la misma institución, pero a fin de cuentas, con caras nuevas, actividades nuevas, retos nuevos y mayores, más responsabilidades... y todo esto me da una incertidumbre súper cabrona porque... pues porque es obvio, no? las mariposas combinadas con la tristeza y con el 'no saber qué esperar' la neta te deja una cruda emocional bien rara... que te emociona, pero te entristece, pero te motiva, pero te apachurra... o solo es a mí? Por favor díganme que esto no es tan raro sentirlo!! O_o
Y si eso no fuera suficiente, el corazoncito sufrió una pequeña sacudida que al parecer hasta le ayudó, pero sumándolo a todo este embrollo emocional que me cargo desde hace ya varíos días... se podrán hacer una idea (o quizá no, pero por eso lo comparto) de cómo me siento. No sé cuánto vaya a durar, o si mañana esté como si nada... pero la realidad de las cosas es que tuve que detenerme en este caminar para mínimo, compartirlo, y así desahogar un poco el nudote que traigo en la garganta, en el estómago y en la cabecita...
Creo que si pudiera describirlo con un color... en este momento sería, sin temor a equivocarme, un gran arcoiris andante. Con una pequeña nubecita gris encimita... que espero se mueva prontito.