Ya tiene mucho rato en el que muchos ciudadanos de este país nos sentimos invadidos, vulnerables, atacados, alterados, preocupados, angustiados, y nuestras razones, cualquiera que sean, y desde cualquier sitio del país desde donde se proyecten, son válidas. No es motivo de inventos, no es motivo de rumores, no es motivo de una imaginación que ya quisiera Tim Burton para una película. Es nuestra realidad. Nuestra triste realidad que nos invade y nos hace sentir con una gran interrogación en la cabeza preguntando: qué falta? Qué sigue? A dónde vamos a llegar?
Desde ayer derivado de los sucesos recientes traigo una molestia y un sentimiento de ‘no puedo creerlo’ que ha ido en constante aumento… y sí, luego de haber superado el periodo de mentadas de madre para quienes se las merecen y demás, es hora creo yo de cambiar el switch un poquito. Cuesta, pero quiero creer que es posible.
Leer en los encabezados de los periódicos del país ‘terrorismo’ te deja sin palabras. Piensas en tierras lejanas, piensas en lugares cuyo nombre es impronunciable… pero no. Recién lo vivimos hace unas horas cuando más de cincuenta personas murieron en un ataque a un casino en Monterrey, y a eso se le suman muchos sucesos que se ocultan, que no salen a la luz, que son demasiado macabros para concebirlos en nuestras cabezas. Y todo esto es lo que debe motivarnos a buscar maneras de ir en contra de todas estas desgracias que están ocurriendo, de buscar formas de hacernos presentes y decir: “soy un ciudadano que quiere un cambio y que quiere vivir en un ambiente sin tensiones ni escepticismos”.
Cómo hacerlo? Cómo dejar a un lado esa mentalidad retrógrada que nos tiene hundidos en tanta mierda desde hace ya tanto tiempo? Habrá forma? Creo que sí la hay. Hay que empezar de cosas simples. Desde dejar de pensar que vas a ahorrar comprando una película pirata porque ‘las originales son muy caras’. Generar empleos, si tienes un negocio. Consumir productos hechos por manos mexicanas. Ser buen vecino. Dejar de ver programas de televisión que nos idiotizan y nos hacen de verdad, perder el tiempo. Leer libros (sí, aquí no entran las revistas de chismes y sensacionalistas). Enseñar a los pequeños la diferencia entre el bien y el mal. Ceder el paso al peatón y no pegarte al claxon. Respetar señalamientos. Trabajar. No maltratar a la gente ni a los animales. Querer a quienes nos rodean. No permitir que se pierdan los valores morales. Retomar la importancia de las bases familiares. No descuidar la educación de los hijos ni dejarlos a la deriva de malas compañías o influencias dudosas. Interesarnos por lo que le pasa a la gente en nuestro entorno. No caer en actos de corrupción, dando 'mordidas' para salir de un problema. No consumir drogas, que es en gran parte consecuencia del problema que estamos viviendo. Exigir a quienes nos gobiernan, conociendo sus obligaciones y nuestros derechos.
Aunque no parezca, con esos pequeños granitos de arena podremos ayudar en mucho a mejorar lo que estamos viviendo. Estoy segura que somos muchos, muchísimos que estamos hartos, que estamos cansados de vivir como vivimos, y que somos mayoría. Dejemos que nuestra voz se oiga. Demostremos que no solo nos quejamos, sino que alzamos la voz porque queremos un país tranquilo, que no queremos que diariamente en los periódicos aparezcan encabezados de adversidades, sino de esperanza y de oportunidades.
Sacudámonos del letargo a raíz de estas desgracias que han ocurrido, y aunque cueste mucho (porque neta que es complicado!) no vivamos con miedo. Seamos valientes, luchemos por el mundo que queremos para nuestros años por venir, para nuestros hijos, para nuestros hermanos menores, para los que aún no llegan al mundo… No permitamos que todos estos actos tan bajos se vuelvan algo cotidiano. Accionemos, y no nos quedemos de espectadores. Alcemos las voces. Demostremos de qué estamos hechos los mexicanos. Demostremos que se puede!!!