Dicen que si buscas en donde no hay problemas, no tardarás en encontrarlos. Y es que la propia naturaleza del ser humano prende una alarma cuando las cosas van encaminándose de manera correcta, sin complicaciones ni preocupaciones. Cuál es nuestro afán de querer volver turbio algo que está bien? Por qué no aceptamos cuando tenemos una buena racha y simplemente disfrutamos en lugar de estarnos preocupando por lo que puede pasar después?
Si en una relación las cosas van bien, te llega el pensamiento de "es demasiado bueno para ser verdad" y empiezas a indagar y buscar y tratar de justificar el motivo por el cual las cosas son así, y das por hecho que segurito algo va a venir a dar en el traste a todo porque obvio, las cosas estaban demasiado bien!
Igual si en tu trabajo las cosas marchan sobre ruedas, tu mentecita empieza a trabajar y a pensar si se están portando buena gente contigo porque te van a correr y no quieren que les armes un pancho, o porque se aproximan cambios y quieren agarrarte desprevenido...
Creo que en muchas ocasiones pensamos demasiado y terminamos creando un problema en donde ni siquiera lo había anteriormente. El chiste es disfrutar los buenos momentos, prepararnos para los no tan buenos pero no dar por hecho que lo malo vendrá porque lo bueno está ocurriendo... Y dejarle a la vida que transcurra como debe ser, sin querernos adelantar ni brincar porque todo, todo tiene su razón de ser y su momento exacto.