Pues sí, resulta que ayer me fui a ver la película “Un pedacito de cielo”, que aunque tenía idea de lo que trataba y sabía que seguro iba a terminar necesitando una buena dotación de Kleenex pues me pareció una buena opción (y la verdad es que es una linda historia y es padre ver que a un actor mexicano no lo ponen en una peli gringa como narco, jardinero o limpiador de albercas).
Y no, el chiste no es contarles de la película ni mucho menos, lo único que puedo hacer es recomendarla (ya sé, puede que a los hombrecitos no les guste mucho la idea, pero aún así, la recomiendo!) porque tiene muchos elementos en ella, no todo es tristeza ni depresión… y lo que más me gustó fue el nombre. Eso fue lo que me dejó pensando. Y lo que levantó inquietudes en mi cabecita, para variar. Que hasta eso, mis inquietudes no tienen mucho que ver con el tema central de la peli, así que no crean que les voy a arruinar la historia si quieren verla...
En mi interpretación, el pedacito de cielo son esos momentos y esos ratos o incluso esas cosas que te hacen sentir la persona más feliz del mundo, sin preocupaciones, sin tensiones, sin molestias… vaya, el estado óptimo de cada persona, esos momentos en donde casi casi reflejas lucecitas y arcoiris.
Será que todos tenemos nuestros pedacitos de cielo aquí en la Tierra ? Por supuesto! En mi caso, creo que cada vez que comparto un abrazo, una sonrisa, un beso, una carcajada, cuando me como un chocolate, cuando me regalan una taza, cuando estoy en la sobremesa con la familia los fines de semana tomando vino tinto, cuando abro un libro nuevo, cuando tomo café, cuando escribo… ahí es donde me encuentro con mi pedacito de cielo... y creo que cada uno de nosotros los tenemos, cada día,
Y por supuesto, viene la contraparte, no? El pedacito (y a veces pedazote) de infierno que también nos toca vivir día a día… un mal jefe, un chisme, un corazón roto, una amistad que resultó falsa, una ausencia, una decepción… pero… quizá el chiste sea darle más peso a las cosas buenas, no? Porque no podemos hacer nada para evitar que las cosas-no-tan-lindas sucedan…
Entonces… neta que si queremos disfrutar la vida que se nos ha dado… aferrémonos a nuestros pedacitos de cielo y disfrutemos el paisaje, sea cual sea. Aunque a veces se tiña de colores muy, muy oscuros.
comparto tu opinión, ya la vi y me encantó, movio muchas cosas en mi, y como tu bien dices, la moraleja es disfrutar al máximo esos pedacitos (o pedazotes, por que no?) de cielo aqui en la tierra, un beso amigui, se te extraña!
ResponderEliminarme encanto tu idea...! me hiciste pensar en mis pedacitos de cielo ..gracias porque en medio de tantos negativos diarios es urgente recordar las cosas buenas que nos regala Dios durante el dia...!
ResponderEliminarPedacitos de Cielo....
ResponderEliminarHay tantos... y tan pocos a la vez, si tu día es un tanto nublado...
Pero para mí, que hasta los días nublados los disfruto, justo en esos días, mi pedacito de cielo es estar acurrucada en mi edredon verde (el preferido, mi favorito por fresco...), viendo algo bueno en la tele o dejando que mi imaginación, que nunca ha sido corta y hoy en día he dejado que vuele aún más, teja alguna historia que me haga más fluido el momento...
Quedarme callada escuchando las múltiples conversaciones (en ocasiones a gritos) que se dan en una sobremesa (como la tuya) con la familia...
El abrazo fuerte y prolongado de alguien... y más si yo quiero a ese alguien...
La Compañía, a charla o incluso a silencio, de alguien que sé que me quiere...
El look de Abuelita de mi madre...
La expresión de descubrimiento de mi sobrina...
Yo, enamorada...
=)
Hay tantos de los que uno se puede hacer...
La Vida... Vivirla. Sin tener miedo a tener miedo. :)
Un abrazo M! Y si, fuerte y prolongado.
Cheers!
Val.