El día de hoy celebramos el Día del Niño! Sí, ya sé que nosotros no somos precisamente unos peques, pero este día estaría padre recordar un poco al niño que todos llevamos dentro y que por cuestiones del entorno, de la edad, del olvido o qué se yo!, pasamos por alto.
Y es que quienes tienen peques a su alrededor realmente podrán maravillarse de la simpleza, de la ternura, de la facilidad con la que encaran el mundo. De la ilusión que los acompaña todos los días y de lo felices que son, con tan poquitas cosas.
En qué momento pasamos por alto disfrutar de las pequeñas cosas que nos da la vida? Cuándo dejamos de ser amables, de regalar sonrisas, de frustrarnos por tonterías, de perder la paciencia rápido, de volvernos cínicos ante todo lo que pasa en el mundo? Por qué nos complicamos tanto si al final las cosas, de una u otra manera deben terminar resolviéndose? (claro, no por arte de magia, hay que aplicarse un poquito, pero aún así!) Por qué insistimos en tratar a los niños como pequeños adultos y los privamos de todas las maravillas que la niñez trae consigo?
Creo que nuestro paso por la vida sería mucho más llevadero si nos mantenemos en contacto con nuestro pequeñit@ interno. Cómo? De maneras muy sencillas! Disfrutemos un poquito más la vida, hagamos a un lado tanta preocupación y relajémonos, corramos y brinquemos y bailemos sin motivo aparente, emocionémonos al ver un arcoiris, riámonos si una mariposa se posa en nuestra mano, seamos compartidos, no envidiemos lo que los demás tienen, sonriamos sin un motivo aparente, seamos curiosos, creamos en quienes nos rodean, que un chocolate te haga el día (esperen… eso sí lo hacemos! Yei!), hagamos bromas, tengamos conversaciones divertidas… que nuestra esencia de peques no se pierda, y que cuando más haga falta, la recordemos… qué podemos perder?
Feliz Día del Niño!
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